En ANIF hemos apoyado el aumento en los precios de la gasolina desde el día uno. Lo advertimos hace tiempo, el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) era insostenible para las finanzas públicas y se requería de un esfuerzo políticamente costoso para reducir la deuda. En ese sentido, el gobierno había hecho lo correcto y el Ministerio de Hacienda había planteado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) una senda de reducción del déficit que llevaría a una posición neta de cero en el 2025. Para cumplir ese objetivo ya se había anunciado también que el ACPM comenzaría a subir a principios del 2024, una medida necesaria y que también contemplaba el MFMP.
Sin embargo, hace unos días corrió la noticia de que el gobierno estaba considerando crear un mecanismo para compensar la subida en los precios de los combustibles al sector de los taxis. Entendemos que la presión del incremento afecta los costos de servicio de transporte y que la movilización de pasajeros es el sustento de muchos trabajadores, pero la manera en la que se está planteando ese mecanismo (un subsidio en efectivo) es absolutamente inconveniente. En este Informe Semanal les contamos porque y brindamos algunos elementos clave que se deben en tener en cuenta en la discusión.