- La línea de crédito flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se otorga exclusivamente a países que tengan un historial de prácticas macroeconómicas muy sólidas, por lo cual resulta fundamental cumplir con las obligaciones derivadas de este.
- El anuncio sobre un posible refinanciamiento de esta deuda le agrega presiones al frente fiscal en el país, que de por sí ya muestra señales de alerta, tales como: i) el elevado pago de intereses, que ascendería al 4,5% del PIB en 2024; y ii) un estancamiento del gasto en niveles similares a los de la pandemia para los próximos años (promedio de gasto equivalente a 19,3% del PIB entre 2024-2034).
- Una solicitud de refinanciación de la deuda genera más incertidumbre en torno al manejo fiscal del país. Esto podría derivar en una menor confianza y en revisiones a la baja de la calificación crediticia, pues este es un factor importante para las calificadoras de riesgo.
- Refinanciar la deuda libera espacio de caja, pero desde el punto de vista fiscal no representa un aumento de los ingresos fiscales disponibles ni una disminución en el gasto. Liberar recursos que permitan fomentar la inversión y el crecimiento económico requiere un aumento de los ingresos fiscales o una reducción en el gasto fiscal primario.
Informe semanal
Refinanciamiento de la línea de crédito flexible: una propuesta inconveniente
abril 22
de
2024
Equipo de investigación de ANIF bajo la dirección de José Ignacio López G
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