En varios de los informes que hemos publicado a la fecha se ha analizado el desempeño de la economía colombiana a lo largo de 2022. Un año caracterizado por un alto nivel de incertidumbre, nacional e internacional, y un contexto inflacionario que puso a prueba la recuperación de las economías a lo largo del mundo. Como es de suponer, la economía nacional no fue ajena a estas situaciones. Los efectos de la rápida recuperación económica en 2021, la guerra entre Rusia y Ucrania, las políticas monetarias contractivas y el cambio de corriente ideológica en el gobierno nacional dieron paso a dinámicas de percepción, consumo e inversión que se consolidaron en un elevado déficit de cuenta corriente de 6.2% de PIB.
Además de ser el segundo registro más alto de los últimos 20 años, la composición del mismo hace relevante su análisis detallado. El rol principal de la renta de los factores en el resultado y el cambio de tendencia en la balanza comercial recogen puntos claves que refuerzan la necesidad de pensar la economía como un todo. Eso con el fin de avanzar en el mejoramiento de las condiciones macroeconómicas del país y consolidar, así, la verdadera recuperación.
En ese orden de ideas, en este Informe Semanal analizamos el desempeño de la cuenta corriente del último año, identificando los factores que llevaron a la ampliación del déficit respecto al -5.7% del PIB de 2021. Con eso presentamos los riesgos y oportunidades que se tiene contemplados para 2023 y que dan paso a nuestras perspectivas para el año.