A medida que la emergencia sanitaria cede y luego de 27 días de haberse iniciado el conflicto entre Ucrania y Rusia, ha surgido un nuevo desafío en el radar económico del mundo: el aumento de los índices de precios al consumidor. Estados Unidos, por ejemplo, registró en febrero de 2022 una tasa de inflación anual de 7.9%, la más alta desde enero de 1982; la Zona Euro registró un nivel de 5.9%; finalmente, países como Brasil, Chile, México y Perú han registrado para el mismo mes niveles elevados, al menos, para los últimos 10 años (Gráfico 1).
La cronología de este fenómeno determina su origen a partir de la turbulencia económica ocasionada por la pandemia. Sin embargo, las causas y factores que han interactuado para trazar su curso hasta los resultados actuales, aunque similares en origen, varían a través de los diferentes países en el mundo y entenderlas, así como sus consecuencias, es vital para que las economías puedan continuar con una recuperación responsable y sostenible, propendiendo por favorecer a las poblaciones más vulnerables que han sido las más afectadas por este fenómeno.