En Colombia, para el 2023, cerca del 70% de la energía se genera en centrales hidroeléctricas. La generación de energía hídrica se presenta como una alterativa limpia, abundante y de bajo costo, que aprovecha de una forma eficiente los recursos hídricos del país. No obstante, la dependencia de la matriz energética en las hidroeléctricas aumenta su vulnerabilidad frente a choques externos, especialmente si su efecto es impredecible.
El caso del Fenómeno del Niño es un ejemplo de un choque externo que amenaza con disminuir las precipitaciones y aumentar las temperaturas, dos factores que podrán poner en riesgo el volumen útil de agua en los embalses. Ante esta coyuntura los proveedores se enfrentan al dilema de subir los precios o poner en riesgo la sostenibilidad de la generación de energía.
La alarma se enciende, pues la posibilidad de la llegada del Niño parece cada vez más cercana, ya que los expertos ponderan una probabilidad mayor al 80% de que el fenómeno se manifieste en el país durante la segunda mitad del año. A lo anterior, se suma que los efectos del Niño sobre el territorio colombiano son cada vez más impredecibles y podrían ser extremos como consecuencia de las condiciones climáticas globales cambiantes.
En este Informe Semanal buscamos abordar los posibles impactos del Fenómeno del Niño sobre la seguridad energética del país. En este momento los proveedores de energía hidroeléctrica parecen preparados para afrontar la coyuntura y evitar un eventual racionamiento, apoyándose en la generación de energía térmica como un sustituto. Sin embargo, existen factores de riesgo que obstaculizan la respuesta oportuna ante una demanda energética que, como lo advierte XM, crece incluso por encima de las expectativas. En ANIF nos sumamos a la discusión y alertamos sobre los potenciales impactos del Fenómeno del Niño con un tiempo prudente para que así los tomadores de decisión en el país puedan elaborar estrategias viables para su mitigación, sin comprometer algo tan vital como la provisión de energía.