El sábado pasado el DANE reportó que la variación mensual del IPC en marzo de 2020 se ubicó en 0.56%, superior al pronóstico del mercado (0.45%) y al resultado de marzo de 2019 (0.43%). Con esto, la inflación anual se aceleró hacia 3.9%, superior al 3.7% registrado un mes atrás. En este resultado incidió el incremento de la inflación de alimentos (5.9% vs. 5%), mientras que la inflación subyacente se redujo levemente (3.2% vs. 3.3%).
El panorama macroeconómico global ha cambiado radicalmente en las últimas semanas por cuenta de la propagación del SARS-Cov2. Las autoridades económicas han buscado limitar los efectos negativos del virus sobre los mercados financieros, así como amortiguar las pérdidas de ingresos de los negocios y hogares. A nivel local, en la última reunión de la Junta Directiva, el Banco de la República (BR) redujo su tasa de intervención en 50pb (llevándola al 3.75%). Esto complementa las medidas adoptadas previamente por el BR para garantizar la provisión de liquidez a la economía. En ANIF consideramos que, estas acciones del BR van en la dirección correcta y, que se requiere monitorear los efectos de la propagación del virus sobre la economía, antes de implementar nuevas medidas de política monetaria. En todo caso, en el futuro, podrían resultar más efectivas aquellas políticas que provean mayor liquidez al sistema financiero, que reducciones en la tasa de interés.