La propagación del Coronavirus y la guerra de los precios del petróleo se están traduciendo en riesgos que no se consideraban ni siquiera en el escenario más pesimista. En primer lugar, las perspectivas económicas del país fueron cambiando en la medida en que el COVID-19 se propagó por varios países, debido a que algunas variables venían experimentando cambios que empezaban a afectar el crecimiento para 2020. Nuestros análisis indican que, de mantenerse los efectos adversos del Coronavirus en la economía global, la economía colombiana podría estar desacelerándose frente al 3.3% observado en 2019.
En segundo lugar, la nueva realidad del precio del petróleo, producto de la “guerra” que inició el pasado fin de semana, cambió nuestras perspectivas de crecimiento para 2020. Los efectos directos se sintieron sobre la tasa de cambio, que en la jornada de ayer llegó al máximo en toda la historia de Colombia. Este hecho, que no es menor, nos empobreció debido a que el valor de nuestros activos disminuyó, las deudas en dólares aumentaron y tenemos un menor ingreso per cápita. Otro de los efectos de la devaluación es que la deuda externa se incrementará, con el agravante de tener un déficit en cuenta corriente que ahora se estima entre 5% y 5.5% del PIB para 2020, frente al 4.3% de 2019. En cuanto al efecto fiscal, consideramos que podría haber una caída en los ingresos del orden de 0.5% del PIB ($5 billones), con lo cual el panorama para este año y el próximo será complejo. El Gobierno Nacional tendrá que hacer un ajuste del gasto (probablemente de la inversión), considerando que hay rubros inflexibles como la educación, la salud y las pensiones, que representan cerca de 15% del PIB.
Es decir, en un fin de semana, el contexto internacional y nacional cambió. No hay duda de que la economía colombiana enfrenta ahora riesgos que no se consideraban. El Gobierno Nacional tendrá la difícil tarea de evitar o reducir las negativas consecuencias de este nuevo escenario macroeconómico, que inicialmente en Anif teníamos previsto un crecimiento para este año de 3.4%, pero que, de mantenerse los efectos adversos que se mencionaron arriba, rondaría el 3%.