La radicación del proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) para la vigencia 2023 la realizó la administración saliente el pasado 29 de julio. Eso implica que el proyecto fue desarrollado bajo prioridades de gasto que podemos esperar disten de aquella del nuevo gobierno. De esta forma, se espera que el PGN que resulte al final del proceso legislativo será muy diferente a la propuesta inicial, lo que se reflejaría en cambios en la asignación sectorial, los montos de funcionamiento e inversión y el servicio de la deuda. Sin embargo, el análisis de la propuesta del gobierno anterior es relevante, en tanto refleja las prioridades y compromisos de este, al tiempo que mantiene la consistencia con las metas de déficit y deuda acordes con la Regla Fiscal.
El diseño del presupuesto para el 2023 va encaminado a “proteger, con responsabilidad fiscal, a la población más vulnerable, así como potenciar el crecimiento del PIB y la diversificación de las exportaciones” (PGN, 2023). De igual forma, otra de las líneas orientadoras del presupuesto se relaciona con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en seguir avanzando con los preceptos del Acuerdo de Paris sobre cambio climático. Adicionalmente, se mencionan los gastos que se necesitarán durante el año para atender los Acuerdos de Paz firmados en 2016 con la extinta guerrilla FARC. De igual forma, los retos en salud pública que persisten por la pandemia del virus SARS-CoV-2 también se deben considerar en la asignación presupuestal.