Hace una semana publicamos un Informe Semanal en el que analizamos la compleja situación económica que atraviesa el país por dos vías. Por un lado, problemas de vieja data, como el déficit fiscal, acentuado por el choque de la pandemia, y otros que arrastramos desde hace ya un tiempo, como el aumento en los precios de la economía y el déficit externo. Por el otro lado y sumado a lo anterior, empiezan a conformarse y acercarse nubarrones desde hace algunos meses, la devaluación del peso, la creciente percepción de riesgo del país, el encarecimiento de la deuda externa y la pérdida de valor de la empresa más importante de Colombia, Ecopetrol.
Todas esas situaciones que se asoman no son un tema menor y no deben trivializarse en el debate público, menos en un escenario macroeconómico global como el que estamos viviendo. Las declaraciones del Gobierno Nacional y sus ministros tienen repercusiones directas sobre la percepción del país de cara al mundo, así que no deben hacerse ni tomarse con ligereza. Por esa razón, en este Comentario Económico del Día analizamos los impactos concretos que traen las situaciones apenas descritas, centrándonos en los problemas que empiezan a formarse y que podrían tener consecuencias muy complejas para el bienestar del país y los colombianos en el corto plazo.